El psicólogo norteamericano Martin Seligman, en su famoso libro sobre la indefensión adquirida, afirma que todo científico antes de emprender un experimento con un animal debería hacerse la siguiente pregunta: ¿es probable que el dolor y la privación que va a sufrir este animal sean suficientemente compensados por su contribución al alivio del dolor y sufrimiento humanos? Si la respuesta es afirmativa (aunque dicha probabilidad sea baja), el experimento está justificado. En caso contrario, habría que abandonar el experimento.
Lo primero que habría que considerar es si, de hecho, los científicos se formulan esa pregunta antes de comenzar un experimento con animales. En segundo lugar, Seligman, atribuye, sin más, una sensibilidad moral especial a los científicos para responder con honestidad (acertadamente) a dicha pregunta; lo cual, es mucho suponer. Tal vez, la pregunta debería ser otra: ¿Existe una alternativa sin animales a este experimento? Una pregunta que no tiene por qué ser contestada individualmente por ningún científico sino por un comité o grupo de expertos (no solo científicos) suficientemente informado. Saber más